¿Te has preguntado alguna vez por qué tus correos electrónicos perfectamente elaborados acaban en el spam, incluso después de haberte dejado el alma para que suenen increíbles? Es frustrante, ¿verdad? Pues el culpable podría ser tu reputación IP.
La dirección IP de tu dominio de remitente tiene una reputación online: sino es buena, nadie dejará que tus correos entren en la fiesta (es decir, en las bandejas de entrada de tus destinatarios).
Del mismo modo, si tus mensajes parecen desaparecer sin dejar rastro cuando envías un correo electrónico a una persona concreta, puede que te estés enfrentando a algo más que a filtros de spam. Hay formas de comprobar si alguien te ha bloqueado en Gmail, para que no te preguntes si tus correos se ignoran o se filtran intencionadamente.
Pero la buena noticia es que puedes limpiar esa reputación y empezar a obtener los resultados que te mereces.
En este artículo, te explicaré qué es la reputación IP y te guiaré a través de algunos pasos sencillos y prácticos para asegurarte de que tus correos electrónicos llegan a donde deben: la bandeja de entrada. Comencemos
Dirección IP y Reputación IP. ¿Qué son?
Para explicar la reputación de las direcciones IP, empecemos por lo básico: ¿qué es una dirección IP?
Puedes considerarla como la dirección de tu servidor de correo electrónico. Al igual que la dirección de tu casa permite a la gente saber dónde encontrarte, tu IP indica a los proveedores de correo electrónico de dónde proceden tus mensajes.
Y al igual que tus vecinos pueden juzgarte en función de la frecuencia con que pones música a las 3 de la madrugada, los Proveedores de Servicios de Internet (ISP ) y los Proveedores de Servicios de Correo Electrónico (ESP) juzgan tu IP en función de cómo te has comportado en el pasado.
Si has estado enviando correos electrónicos útiles y deseados que la gente adora, tu reputación de IP obtiene una estrella dorada. Pero si tus correos electrónicos se marcan como spam, rebotan o se envían a direcciones trampa de spam (prácticamente direcciones señuelo que existen sólo para captar las malas prácticas de correo electrónico), tu reputación IP se resiente.
Una vez que tu reputación empiece a decaer, los ISP estarán mucho menos dispuestos a entregar tus correos electrónicos a las bandejas de entrada y podrían tirarlos directamente al spam.
Una pesadilla para los spammers, pero un salvavidas para el resto de nosotros, la reputación IP es como una puntuación de confianza para saber lo bueno que eres como remitente de correo electrónico. Mantenla limpia y tus correos electrónicos irán a donde deben ir: a las bandejas de entrada de tus destinatarios. Si te descuidas, hablarás más a menudo con la carpeta de spam que con tus clientes. Así de sencillo.
¿Cómo mejorar tu reputación IP?
Ahora que sabes por qué la reputación de tu IP es tan importante, pasemos a lo bueno: las estrategias para limpiarla y mantenerla así.
Recuerda que no se trata de una lista definitiva y que, a veces, gestionar la reputación IP puede ser complicado. Sin embargo, si sigues estos consejos y compruebas tu capacidad de entrega con herramientas como Sender Score, eliminarás la mayoría de las posibilidades de meter la pata y obtener malos resultados. Así que ¡manos a la obra!
1. Utiliza una dirección IP dedicada
Al elegir desde qué dirección IP enviar tus correos electrónicos, normalmente tienes dos opciones: compartida o dedicada.
Si utilizas una IP compartida, básicamente estás con otros remitentes de correo electrónico. Por tanto, si uno de ellos empieza a enviar spam o a utilizar prácticas turbias, arrastra consigo tu reputación, algo así como si te culparan del mal comportamiento de tu ruidoso compañero de piso.
Ahora, con una IP dedicada, todo depende de ti. Tienes pleno control sobre cómo se utiliza y tu reputación depende únicamente de tus propios hábitos de correo electrónico. Los errores de los demás no te afectarán.
Consejo profesional: Las IP dedicadas son un salvavidas si envías grandes volúmenes de correos electrónicos, así que utiliza una siempre que puedas. Te da más control y garantiza que tu reputación refleje tus prácticas de correo electrónico, no las de otros.
2. Calienta tu dirección IP
No puedes lanzarte a enviar cientos o miles de correos electrónicos desde una IP nueva: los proveedores de servicios de Internet sospechan cuando ven ese tipo de actividad repentina. Ahí es donde entra en juego el calentamiento de IP. Piensa en ello como en un estiramiento antes de un gran entrenamiento: empiezas despacio y vas aumentando gradualmente la velocidad.
La idea es sencilla: empieza enviando un número reducido de correos electrónicos, y luego aumenta gradualmente el volumen. Empieza con tus contactos más comprometidos (los que siempre abren tus correos electrónicos) porque es más probable que se comprometan y aumenten tu reputación.
Durante los próximos días o semanas, aumenta tu volumen de correo electrónico poco a poco. Esto genera confianza con los ISP, mostrándoles que eres un remitente legítimo.
Pero ten en cuenta que conseguir el calentamiento adecuado puede ser complicado. ¿A qué ritmo debes aumentar tu volumen de correo electrónico? ¿Te diriges a los contactos adecuados? ¿Y si, a pesar de tus esfuerzos, sigues sin ver resultados? En ese caso, no hay que avergonzarse de pedir ayuda. Herramientas como InboxAlly pueden encargarse del calentamiento por ti y ahorrarte tiempo y cordura. Una IP calentada adecuadamente puede hacer maravillas, por eso estos servicios no tienen precio.
3. Mantén limpia tu lista de correo electrónico
Las listas de correo muertas y obsoletas son enormes señales de alarma para los ISP, y un gran NO en lo que se refiere a la reputación de tu IP. Si tu lista de correo está llena de direcciones inactivas o no válidas, los correos rebotarán y tu reputación IP se resentirá. Entonces, ¿cómo puedes mantener limpia tu lista?
Empieza por depurar regularmente tu lista. Deshazte de los suscriptores inactivos,los que llevan tiempo sin abrir o hacer clic en tus correos electrónicos. Si no participan, es hora de dejarlos marchar. También puedes utilizar herramientas de verificación de correo electrónico para eliminar las direcciones no válidas antes de que causen daños.
El objetivo es sencillo: céntrate en las personas que realmente quieren saber de ti. Esto no sólo reducirá tus tasas de rebote, sino que mantendrá contentos a los ISP y aumentará tus posibilidades de aterrizar en la bandeja de entrada.
4. Establece protocolos de autentificación fuertes
Los protocolos de autenticación del correo electrónico son como los controles de identidad en la puerta: verifican que tus correos electrónicos proceden realmente de ti y no de algún suplantador furtivo. Los tres más importantes son SPF, DKIM y DMARC.
- SPF (Sender Policy Framework) indica a los ISP qué servidores están autorizados a enviar correos electrónicos desde tu dominio.
- DKIM (DomainKeys Identified Mail) añade una firma digital única a tus correos electrónicos, demostrando que no han sido alterados en su camino hacia el destinatario.
- DMARC (Domain-based Message Authentification, Reporting, and Conformance) funciona vinculando SPF y DKIM, indicando a los ISP cómo gestionar cualquier correo electrónico que no supere estas comprobaciones.
Configurarlos puede sonar técnico, pero no te preocupes: la mayoría de los proveedores de servicios de correo electrónico ofrecen guías sencillas para configurarlos. Una vez que todo esté en su sitio, los ISP podrán entregar tus correos electrónicos con confianza, y tú podrás sentarte y disfrutar de una mejor ubicación en la bandeja de entrada.
5. Vigila las tasas de rebote
Un rebote se produce cuando un correo electrónico no puede entregarse, y es básicamente el equivalente en correo electrónico de «devolver al remitente». Si rebotan demasiados correos electrónicos, los ISP empiezan a mirarte de reojo y a cuestionar tu credibilidad.
Hay dos tipos de rebotes: los rebotes duros, que se producen cuando envías a una dirección no válida o inexistente, y los rebotes blandos, que se producen por problemas temporales, como que la bandeja de entrada del destinatario está llena.
Los rebotes son otra razón para hacer una limpieza periódica de tu lista de correo electrónico, eliminando las direcciones no válidas y asegurándote de que sólo envías a suscriptores activos y comprometidos.
Lo importante que hay que recordar sobre las listas de correo es que siempre fluctúan, así que no te obsesiones demasiado con su tamaño. Deshazte de los suscriptores inactivos de vez en cuando y la reputación de tu IP se mantendrá limpia.
6. Evita las palabras y prácticas desencadenantes del spam
¡SPAM! ¡SPAM! ¡ESPUMA! Los filtros de spam siempre están atentos a ciertas palabras y frases que gritan «¡correo basura!».
Evita palabras como «gratis», «garantizado», «ganar» o cualquier cosa que suene demasiado buena para ser verdad en tus líneas de asunto y en el contenido de tus correos electrónicos. Si eres alguien que criba regularmente tanto el spam como los correos electrónicos valiosos, sabes de lo que hablo.
No se trata sólo de mantener una reputación de propiedad intelectual positiva, también es bueno para tu negocio en general. Mantén tus líneas de asunto honestas y claras. TODAS MAYÚSCULAS o un montón de signos de exclamación enviarán la confianza por la ventana.
En lugar de eso, ofrece contenido valioso que sea importante para tu audiencia. Si nadie envía quejas por spam, tu proveedor de servicios de correo electrónico confiará en ti: ahí es exactamente donde quieres estar.
7. Comprueba regularmente las listas negras
Incluir tu IP en una lista negra es como ser expulsado del juego del correo electrónico: puede perjudicar gravemente tu capacidad de entrega. Las listas negras como Spamhaus rastrean direcciones IP maliciosas conocidas por enviar spam, y si la tuya entra en la lista, tus correos electrónicos no llegarán a la bandeja de entrada.
Pero si acabas en la lista negra, que no cunda el pánico. A veces, ¡puedes arreglarlo! Empieza por depurar tu lista de correo electrónico, endurecer tus prácticas de envío y solicitar la eliminación de la lista negra una vez que hayas solucionado las cosas.
Ten en cuenta que no todas las listas negras afectan a tu puntuación de reputación IP. Algunas son menos graves, mientras que otras -como UCERPROTECTL- son francamente dudosas y han sido acusadas de malas prácticas. Así que, antes de que cunda el pánico, haz tus deberes y averigua la gravedad real del problema.
Reflexiones finales
La reputación de tu IP juega un papel muy importante a la hora de decidir si tus correos electrónicos de marketing llegan a la bandeja de entrada de tu público objetivo o se pierden en el abismo del spam. Pero no te preocupes: ¡aquí no estás indefenso!
Una reputación de IP bien mantenida es esencial para el éxito de la difusión por correo electrónico, pero es sólo una pieza del rompecabezas. Comprender las ventajas y desventajas del marketing por correo electrónico te ayuda a perfeccionar tu enfoque, garantizando que cada campaña maximice la participación y minimice los riesgos de entregabilidad.
Al mejorar y mantener una sólida reputación de IP y dominio, tendrás una mejor capacidad de entrega, un mayor compromiso y un juego de marketing por correo electrónico de primera categoría.
Y si la entregabilidad del correo electrónico sigue quitándote el sueño, ¿por qué no dejas que los profesionales de InboxAlly se hagan cargo? Con el calentamiento de IP, el seguimiento avanzado, la limpieza de listas y un montón de servicios más, ¡te asegurarás de que tus correos lleguen siempre a las bandejas de entrada !
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